Cuando hablamos de angustia, ansiedad o trastorno de pánico, los psicólogos nos referimos a múltiples formas de enfermar, caracterizadas por diversas manifestaciones de dicha angustia.

La angustia, en principio,  tiene también una función adaptativa, o sea, provocar la formación de mecanismos de defensa que interfieran y frenen la impulsividad instintiva y con ello el peligro con el que el Yo se vea inundado y sobrepasado por dichos impulsos o por sentimientos desagradables como la culpa, vergüenza, etc. (angustia señal).
En otras palabras, la angustia o ansiedad es al plano psíquico lo que el dolor es al plano corporal: una señal de aviso de que algo, en algún otro lugar, va mal.
La angustia se podría definir como “un temor a algo desconocido”, o sea inconsciente. Si el motivo de ese temor es conocido no se llama angustia, sino miedo.
La ansiedad y la angustia son casi lo mismo aunque con matices distintos. En otros idiomas no se diferencia entre angustia y ansiedad. Para nosotros la angustia es un sentimiento que casi siempre es patológico, en cuyo caso tiene un gran anclaje corporal, es decir, se vive como muy corporalizado (al igual que el dolor) y que nos paraliza y nos deja quietos, como protegiéndonos de algo; lo vivimos como una reacción de “sobrecogimiento”.
Algunos animales se quedan paralizados cuando se asustan o sienten un peligro otros tienden a sobresaltarse y echan a correr o luchan; en estos casos la reacción es de “sobresalto”. Las personas podemos reaccionar de las dos maneras según la persona o la situación. Decíamos que la persona angustiada tiende a reaccionar con sobrecogimiento, queda como paralizada y parece protegerse el pecho encogiéndose.
ansiedad

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La ansiedad parece mas bien un sentimiento unido al sobresalto: se respira jadeando o suspirando y la persona con ansiedad tiende a moverse, palpitaciones, sudoración, etc. Pero en los trastornos psiquiátricos, no siempre es fácil diferenciar la angustia de la ansiedad por lo que muchos profesionales no creen necesario distinguirla.

Al igual que en las depresiones y en todos los demás trastornos psiquiátricos, el lado biológico de la persona tiene una importancia difícil de negar y de exagerar. Ciertamente el correlato de la angustia o ansiedad desde el punto de vista neurobiológico, tiene su base en ciertas zonas del tallo cerebral (núcleos del Rafe y Locus Ceruleus) que están involucradas en el desarrollo y transmisión de la angustia y otras como el Hipocampo y Amígdala pertenecientes al Sistema Límbico en donde las emociones se modifican.

El sistema GABA es el neurotransmisor de acción inhibitoria más importante y a veces funciona como ansiolítico y otras como generador de angustia. También el sistema serotoninérgico es importante en este sentido, pues en estrecha interacción con la adrenalina y dopamina juega un papel tranquilizante o lo contrario.
Para terminar ciertas hormonas que tienen un papel destacado en todo lo relativo al estrés (cortisol, ACTH, etc.) son también importantes en el tema que nos ocupa. Todo esto, que evidentemente hace referencia al funcionamiento neurofisiológico, neuroquímico y hormonal del Sistema Nervioso Central, no tiene aquí mas interés que el de su mención y de dejar constancia, aunque solo sea en forma nominativa testimonial, de la importancia de los factores biológicos en todo lo referente a la angustia.
Este es el motivo por el que la medicación adecuada en este tipo de trastornos,  es necesaria y, sin duda eficaz, aunque por otra parte si los tranquilizantes se toman más de unos meses, pueden empezar a ser peligrosos. Por esto y como ocurre en otros trastornos, no es útil ni prudente ignorar los factores psicológicos, sin los cuales, sería mucho menos probable que se desencadenasen los trastornos angustiosos.

ALGUNOS ASPECTOS PSICODINÁMICOS DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Luis Yllá Segura


1 comentario

Simona · 27 junio, 2013 a las 19:20

por casualidad llegué a esta pagina en la cual especifica excelentemente bien sobre los consejos de depresion y ansiedad, me parece magnifico el consejo que ustedes dan, sin lugar a dudas por experiencia propia, seguro que no es necesario las pastillas, todo se puede resolver con practicas constante de respiraciones, y ejercicios matinales, y el resultado seria: mantenerse todo el dia
bien, con animo de dialogar, realizar las actividades en casa, y mas que todo bien relajado y si preocupaciones, pero el exito esta en no dejar de hacer los ejercicios y respiraciones,
se los recomiendo en vista que yo presento ansiedad, y estoy superando poco a poco este problema

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