Me molesta escribir esto desde el enfado, por eso he esperado hasta hoy y he contado hasta cien… pero el tema es demasiado serio como para dejarlo pasar.
Ocurrió hace unos días con el piloto de Germanwings que estrelló el avión en los Alpes franceses, y vuelve a pasar hoy con el niño de 13 años que mató con una ballesta a un profesor de su colegio en Barcelona.
A menos de 24 horas de ocurrido el triste episodio, y sin tener ninguna información del hecho, los medios de comunicación y, lamentablemente, también algunos compañeros de profesión que se mueren por aparecer en dichos medios, ya tenían un diagnóstico certero: “Brote psicótico”. ¿En qué se basan? ¿En mirar y escuchar los poquísimos datos que tenemos? Parece muy poco serio teniendo en cuenta lo complicado que es hacer cualquier psicodiagnóstico y llegar a una conclusión exacta o aproximada.
Con el piloto también ocurrió lo mismo. No se hablaba de otra cosa que de su supuesta depresión, de los informes psicológicos en las empresas, y casi de evitar que a un depresivo se le permita trabajar.
Pero el tema es aún peor, porque al recurrir de manera obsesiva a un diagnóstico psiquiátrico o psicológico para entender un hecho fatídico como el de ayer, o como el de los Alpes, o como un hecho de pederastia, etc. lo único que logran es homologar la enfermedad mental con la delincuencia, con el crimen y con el mal.
Imaginen el daño enorme que le provoca a estos enfermos, que ya de por sí viven navegando en la discriminación social, esta estigmatización que los hace posibles causantes de cosas espantosas. “Si usted tiene un depresivo en su familia, !tenga cuidado! porque en cualquier momento puede estrellar su coche contra un negocio; y si su amigo es esquizofrénico, aléjese todo lo que pueda de él.”
Para entenderlo perfectamente, diré que existen delincuentes, criminales y malnacidos que ADEMÁS tienen alguna enfermedad mental. Pero esa enfermedad mental no los ha transformado en delincuentes.
Cuando pasan estas cosas me gustaría ver sentados en los programas de televisión a representantes de la sociología, de la antropología criminal, a docentes y a expertos en criminología… no solo a psicólogos y a psiquiatras.
Dejen en paz a la enfermedad mental y a los enfermos mentales.
Ernesto Iglesias Carranza
2 comentarios
félix gibbs · 22 abril, 2015 a las 16:47
Excelente licenciado! Ya estamos podridos. En Argentina hay un «médico» – periodista que nos da informes psicológico de la Presidenta periódicamente basándose en el síndrome de hubris, desfachatado. En muchos temas criminalísticos también sus colegas hacen psicodiagnósticos criminalizando la enfermedad mental. Gracias por su claridad.
Ernesto Iglesias · 22 abril, 2015 a las 18:35
Gracias por su aporte Félix. No conozco la situación de ese médico en concreto, pero si puedo decirle que el síndrome de hubris no existe ya que no está catalogado como tal. En todo lo demás estamos de acuerdo.
Los comentarios están cerrados.